Yo vivía en un pueblecito costero de la provincia de Barcelona.
Un día llamó a la puerta de mi casa un Hassid, vestido de negro, con pantalones bombachos, unas peots de 30 cms. Abrí la puerta y me dijo: soy Rav Simha Ashlag, nieto de Rav Yehuda Ashlag y vengo a verte. Le pregunté ¿cómo has sabido de mí? Me contestó: es un secreto del cielo. Le hice pasar al salón de mi casa, y le dije: Estoy viendo a tu difunto abuelo detrás de ti. Me contesto: si, es verdad, siempre me acompaña para protegerme. Le dije: te conozco, has sido el maestro de mi maestro, el cual me hablo de ti, además en estos momentos estoy estudiando el libro de tu Abuelo el RAV Yehuda Ashlag “pionero de la difusión de la Kabbalah moderna y creador del comentario sobre todo el Zohar ( texto de mística hebrea escrito por el Rabi Shimon Bar Yohai de bendita memoria)” precisamente dicho libro de Rav Yehuda Ashlag esta abierto en una mesilla de mi salón en una página en donde aparecía su foto. Cogió de mi librería un libro de Zohar comentado por su abuelo y lo estuvimos estudiando un buen rato.
Toda esta escena parecía surrealista y mágica. En ese momento nació entre nosotros una sólida amistad.
A partir de ese encuentro se suceden situaciones casi imposibles de creer por ser milagrosas, como por ejemplo que se da cuenta que mi contrato de matrimonio es defectuoso (mi Ketubah) y me hace uno nuevo, aprovechando una boda en la que oficiaba para otra pareja. De modo que a las tres de la mañana de ese día me casa de nuevo con mi mujer corrigiendo la fecha anterior de mi matrimonio, no muy adecuada por cierto, y rehaciendo mi contrato de matrimonio incluyendo bendiciones indispensables para la continuación armoniosa de mi matrimonio.
Albert Gozlan